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Rosh Hashana 5786

  • Foto del escritor: Rabbi Skorka
    Rabbi Skorka
  • 21 sept
  • 3 Min. de lectura
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Rosh Hashanah, cuya traducción literal del hebreo es cabeza o comienzo de un año nuevo, se halla conectado a Be-reshit, “en el Comienzo”, primer vocablo de la Biblia Hebrea con el que inicia el relato de la Creación. Rosh y Reshit poseen la misma raíz (Reish-Alef-Shin). Se celebra en esta festividad la Creación del cosmos y el ser humano en él. Por otra parte, es el momento en que Dios juzga a cada individuo, a los pueblos y a la humanidad toda.


La sentencia emitida por el Tribunal Celestial puede morigerarse, de acuerdo a las enseñanzas de la tradición judía, mediante la oración, la contrición y las acciones de caridad (j. Taanit 2:1-65,b; Bereshit Rabbah (Vilna) 44:2). De lo cual puede concluirse que mediante profundas miradas introspectivas que permiten cambiar todos aquellos elementos que impiden obrar con justicia, bondad, misericordia; y mediante acciones que reflejen tales cambios, puede alcanzarse la posibilidad de un nuevo comienzo para la vida humana.


Naomi Shemer, una de las voces poéticas en hebreo más significativas del siglo pasado, en su canto La fiesta se termina (1976) dice: Despertar mañana a la mañana con una nueva canción en nuestros corazones / cantarla con fuerza, cantarla con dolor / escuchar flautas en la briza libre / y empezar desde el comienzo (miBereshit). Desde el comienzo / recrear tu mundo por la mañana . . .


La visión judía del ser humano es que cada individuo, al igual que cada pueblo puede recrearse superando todo aquello pernicioso para la continuidad física y espiritual de su existencia. Éste es el mensaje profundo de la historia del profeta Jonás, que describe la misericordia de Dios ayudando a los habitantes de Nínive que retornan a Él eliminando las iniquidades e injusticias cometidas en su seno, creando una realidad nueva.


La humanidad del presente pareciera deambular en círculos viciosos que no puede o no quiere superar. Los conflictos se multiplican trayendo consigo muerte y devastación. Intereses egoístas y egocéntricos marcan el rumbo de una realidad humana en la que acrecientan los drogadictos que tratan de escapar a otras realidades pues la  de ellos es absolutamente oscura y sin esperanza alguna que contemple un futuro distinto.


Los fanatismos son aceptados por muchos que se rehúsan a utilizar su capacidad crítica para analizar los ideales que deciden sustentar.


La tecnología abruma al hombre de nuestros días impactando frecuentemente su mente con falsedades y manejando sutilmente sus apetencias mediante el uso de los conocimientos adquiridos acerca del comportamiento humano.


La inteligencia artificial abre un sinfín de posibilidades de progreso tecnológico y científico. ¿Se la utilizará para fines constructivos o para dominar y destruir?


El relato de la creación del hombre en Génesis 1 comienza con una extraña expresión de Dios: “Hagamos al hombre”. Hay todo tipo de exégesis al respecto. Los sabios del Midrash dieron la suya: Dios le propuso a los ángeles, sus servidores, la creación del ser humano. Él ya había decidido crearlo, pero quiso enseñar de tal modo, que el líder no debe imponer aquello que va a realizar sino que debe presentarlo primero a sus asistentes. El ángel de la Caridad dijo: que sea creado, pues sabe obrar caritativamente, el de la Verdad dijo: que no sea creado, pues está lleno de mentiras, el de la Justicia dijo: que sea creado, pues sabe dispensar justicia, el de la Paz dijo: que no sea creado, pues está lleno de reyertas. Dios desplazó al ángel de la Verdad, y creó al ser humano. (Bereshit Rabbah, Parashat Bereshit 8:5, Ed. Vilna)). Tal vez, deba entenderse este desplazamiento, debido a la incertidumbre del comportamiento humano. Aún para Dios, omnisciente, el comportamiento humano no es una certeza, pues el libre albedrío que posee el ser humano puede cambiarlo todo. (Esta cuestión fue magistralmente analizada por Maimónides en Hilchot Teshuvah, chapter 5, halakhah 5)


De lo cual, queda claro que Dios tomó un desafío en el momento de crear al ser humano, dotándolo con capacidades que le permiten crear armas para destruir Su creación o de completarla y embellecerla. Cada comienzo de año, en la tradición judía, es la oportunidad de un replanteo frente al desafío que Dios tomó al crear al ser humano y que es, al mismo tiempo la pregunta central en nuestra existencia. Podamos todos juntos hallar una respuesta de verdadera paz, entendimiento, diálogo, por nosotros y por los que vendrán.


Que sea Shanah Tovah, un año bueno para todos.


Abraham Skorka






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